VIOLENCIA DE GÉNERO ¡BASTA YA!
Hemos oído a lo largo de nuestra vida, diez mil millones de veces la palabra violencia, pero ¿sabemos lo que significa? Yo creo que no. No somos capaces de ver más allá de un v, una i, una o, una l, una e, una n, una c, una i y una a. Letras que unidas forman la que probablemente sea la palabra más común de nuestra sociedad. Pero más allá de esa única palabra, más común aún (cómo si fuera posible) encontramos la llamada violencia de género. Cada mañana me levanto, voy a tomar el desayuno, pongo la televisión. No. Mejor no pulso el botón. ¿Qué me voy a encontrar? ¡Ah! Sí. Lo sé. La pasada noche una mujer murió a manos de su ex marido de veinte puñaladas. Mañana toca rociar con gasolina y quemarla viva. Y yo le preguntaría al asesino ¿por qué lo has hecho? ¿Y qué me contestará? Porque la quería. Sí. ¡Porque la querías! ¿Y a que también querías a los dos niños de 3 y 6 años que has dejado huérfanos de madre?
En el telediario, en los periódicos sólo se habla de las que mueren. Pero ¿dónde están las miles de mujeres que se sienten maltratadas cada día en sus casas? Llega la hora de salir del trabajo. No. No quiero llegar a casa, todos los días la misma historia… Todo le molesta. Me gritará. Me insultará. Espero que hoy no me pegue. Ayer estuvo a punto. Tuve mucho miedo. La semana pasada me empujó, todavía tengo el hombro morado, me golpeé con el bastidor de la puerta. Pero yo lo quiero tanto…
Muchas mujeres se sienten así cada día. Pero no quieren denunciar. Tienen miedo. ¿Ese es el futuro que nos espera? Cualquiera de nosotras puede convertirse en una mujer maltratada. Puedes ser tú puede ser tu hermana, tu vecina, tu prima e incluso tu hija. Debemos concienciarnos del problema de la sociedad y llegar a un punto en el que “violencia” deje de ser la palabra más común de nuestro vocabulario.
Hemos oído a lo largo de nuestra vida, diez mil millones de veces la palabra violencia, pero ¿sabemos lo que significa? Yo creo que no. No somos capaces de ver más allá de un v, una i, una o, una l, una e, una n, una c, una i y una a. Letras que unidas forman la que probablemente sea la palabra más común de nuestra sociedad. Pero más allá de esa única palabra, más común aún (cómo si fuera posible) encontramos la llamada violencia de género. Cada mañana me levanto, voy a tomar el desayuno, pongo la televisión. No. Mejor no pulso el botón. ¿Qué me voy a encontrar? ¡Ah! Sí. Lo sé. La pasada noche una mujer murió a manos de su ex marido de veinte puñaladas. Mañana toca rociar con gasolina y quemarla viva. Y yo le preguntaría al asesino ¿por qué lo has hecho? ¿Y qué me contestará? Porque la quería. Sí. ¡Porque la querías! ¿Y a que también querías a los dos niños de 3 y 6 años que has dejado huérfanos de madre?
En el telediario, en los periódicos sólo se habla de las que mueren. Pero ¿dónde están las miles de mujeres que se sienten maltratadas cada día en sus casas? Llega la hora de salir del trabajo. No. No quiero llegar a casa, todos los días la misma historia… Todo le molesta. Me gritará. Me insultará. Espero que hoy no me pegue. Ayer estuvo a punto. Tuve mucho miedo. La semana pasada me empujó, todavía tengo el hombro morado, me golpeé con el bastidor de la puerta. Pero yo lo quiero tanto…
Muchas mujeres se sienten así cada día. Pero no quieren denunciar. Tienen miedo. ¿Ese es el futuro que nos espera? Cualquiera de nosotras puede convertirse en una mujer maltratada. Puedes ser tú puede ser tu hermana, tu vecina, tu prima e incluso tu hija. Debemos concienciarnos del problema de la sociedad y llegar a un punto en el que “violencia” deje de ser la palabra más común de nuestro vocabulario.
Mª Cristina Carrión García 4º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario