UNO TRAS OTRO
Eran las siete cuando sonó el despertador, se oyó un golpe y se levantó Casimiro, un hombre de unos cuarenta años, con cara huesuda y ojeras que parecía que no dormía desde hacía tres noches. Abrió los ojos y vio en su habitación algo que le llamó la atención… había una mancha de sangre que llevaba al baño.
Se abrió la puerta de la calle y apareció Joni, el compañero de habitación de Casimiro. Juntos iban a abrir la puerta del baño cuando apareció la policía y salieron con lo puesto por la ventana.
Huyeron en un coche y pasaron la noche en un camping.
Con los primeros rayos de la mañana que entraban por la entrada de la tienda, Casimiro abrió los ojos y descubrió que su compañero estaba degollado y ensangrentado.
Descubrió que alguien estaba matando a los antiguos miembros de una mafia a la que Casimiro pertenecía. En esa mafia había cincuenta integrantes de los cuales veinte ya habían fallecido, quince estaban en la cárcel y seis habían sido asesinados.
A los dos días de estar en el camping le llegó una carta que decía:
- ¡Ya han muerto seis y tú serás el próximo!
A Casimiro le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo; se dio cuenta de que si no se escondía lo matarían […]
Alberto Martín Ríos 3º C
Eran las siete cuando sonó el despertador, se oyó un golpe y se levantó Casimiro, un hombre de unos cuarenta años, con cara huesuda y ojeras que parecía que no dormía desde hacía tres noches. Abrió los ojos y vio en su habitación algo que le llamó la atención… había una mancha de sangre que llevaba al baño.
Se abrió la puerta de la calle y apareció Joni, el compañero de habitación de Casimiro. Juntos iban a abrir la puerta del baño cuando apareció la policía y salieron con lo puesto por la ventana.
Huyeron en un coche y pasaron la noche en un camping.
Con los primeros rayos de la mañana que entraban por la entrada de la tienda, Casimiro abrió los ojos y descubrió que su compañero estaba degollado y ensangrentado.
Descubrió que alguien estaba matando a los antiguos miembros de una mafia a la que Casimiro pertenecía. En esa mafia había cincuenta integrantes de los cuales veinte ya habían fallecido, quince estaban en la cárcel y seis habían sido asesinados.
A los dos días de estar en el camping le llegó una carta que decía:
- ¡Ya han muerto seis y tú serás el próximo!
A Casimiro le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo; se dio cuenta de que si no se escondía lo matarían […]
Alberto Martín Ríos 3º C
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